Path of Exile 2, es el nuevo proyecto desarrollado por Grinding Gear Games. Desde un primer momento queda claro que el equipo ha querido llevar a la franquicia a un nuevo nivel con esta secuela. Aunque en sí, el juego sigue manteniendo la misma esencia que la obra original, se nota el esfuerzo depositado por la compañía para seguir avanzando.
Gracias a la demo que hemos podido disfrutar en la reciente Gamescom, podemos traeros nuestras primeras impresiones. Sin duda alguna, lo primero que llama la atención de este ARPG es su calidad gráfica. El salto técnico frente a la primera entrega es simplemente abismal.
Estamos ante un título que luce espectacular en movimiento, principalmente por unos efectos de partículas que son realmente llamativos. Éstos resaltatan especialmente con el uso de magias y habilidades. No obstante, también se observa un enorme salto en cuanto al diseño de personajes y sus animaciones. Su mundo oscuro puede recordar en ocasiones al Santuario representado en el mítico Diablo 2. No obstante, Path of Exile 2, logra encontrar su estilo propio. Mostrando una identidad claramente diferencia de su homólogo de Blizzard.
Path of Exile 2 es más sencillo pero igual de profundo
Por otro lado, se observa como la compañía ha atendido al feedback recibido en su primera entrega. Y es que, tal y como nos indican sus desarrolladores han intentado simplificar un poco el sistema de habilidades. En este sentido, no es que sea más simple o que haya perdido profundidad, se trata de que el estudio ha desarrollado mejoras de calidad de vida. Siendo ahora mucho más sencillo introducirse en estas mecánicas. Path of Exile 2, sigue contando con un árbol de habilidades prácticamente infinito en relación a sus pasivas. De igual forma, sus habilidades activas tienen una enorme cantidad de opciones, como es el caso de engarzar gemas. Dependiendo de las gemas que engarcemos y de la calidad de las mismas, obtendremos unos efectos u otros. Esto hace que estemos ante un título con una ingente cantidad de opciones.
Este sistema de habilidades viene acompañado de un combate mucho más ágil y espectacular que en la primera entrega. El sistema de impactos ha sufrido una gran mejora lo que genera que tengamos unos combates mucho más llamativos y satisfactorios.
Otro punto de mejoría claro reside en sus misiones, las cuales ahora parecen tener un enfoque más cinematográfico, con diálogos y escenas más elaboradas, y un mayor énfasis en la historia y el lore del mundo de Wraeclast. Sin duda, un gran cambio con respecto a la primera entrega, la cual pasaba por alto este componente para obtener una jugabilidad mucho más profunda. Con todo esto, estamos ante una secuela que presenta un salto de calidad enorme con respecto a su predecesor. Si este salto es o no suficiente para desbancar a Diablo IV lo veremos el próximo mes de noviembre. Desde aquí estaremos muy atentos a cualquier novedad sobre este lanzamiento.
Acerca del autor
Psicólogo amante de los juegos cooperativos, el RPG y de disparar a todo aquello que se mueva.
